Si en algo incide mi próxima novela es en que nada somos sin lealtad, en que la vida siempre juega con las reglas que le placen y en que no existen las casualidades.
Justificaré cuál es el motivo por el que la trama, los personajes y el alma de esa historia gravitan alrededor de esos tres grandes temas de nuestra realidad cotidiana.
Prometí sacar, una a una, las novelas que tenía escritas en un cajón.
"La casa de las glicinias" salió al azar, ya lo he contado en más de una ocasión. Esta próxima, no.
Necesitaba escoger una novela muy distinta a la primera que publiqué.
Sí, es evidente que todo lo que escribo tiene puntos de partida comunes.
Me fascinan las relaciones humanas y disfruto al ahondar en ellas. Necesito llevar a mis personajes al límite de escoger entre lo correcto y lo justo.
Valoro la lealtad por encima de todas las cualidades de una persona.
Aprecio la comodidad de escribir acerca de aquello que he vivido, de personas que se cruzaron en mi camino, de lugares que han quedado tatuados en mi piel.
Además, no es un secreto, tres elementos envuelven siempre la atmósfera de mis universos: Arte, mar y flores.
Sin embargo, la novela que el próximo mes cobrará vida, al salir de la cajonera donde la escondía, me pidió a gritos que la volviese a escribir.
Intactos la estructura, los personajes, la trama, los temas y los escenarios, un llamamiento desesperado surgió del manuscrito que conservaba bajo llave.
En el último año de mi vida he madurado más que en todo el resto, juntos. Aunque parezca una jovencita -es ironía pura- estos últimos meses han pasado como décadas. Eso debía reflejarlo la novela.
Es luminosa, busca la respuesta amable de quien ha sufrido, ese fin reluciente que justifica los medios, no obstante, sale de la pluma de una escritora más reflexiva. Superviviente, al fin y al cabo, igual que mis personajes.
Como sucedió en las semanas previas a entregar la versión definitiva de "La casa de las glicinias", este año también marché a la zona de Pont-Aven, cuna de una importante escuela de pintura Post-Impresionista.
Dos acompañantes de excepción venían conmigo esta vez. Así, la sorpresa no solo fue mía, cuando, al llegar al pequeño municipio francés, me esperaba la pista de una figura de la Historia del Arte que, desde el principio era clave en el argumento.
No, no existen las casualidades.
Anotad la fecha en la agenda. El próximo 19 de abril, estáis invitados e invitadas a la presentación, en Valencia, de una novela que no querréis olvidar.
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