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Buganvillas en Tabarca, tercera novela de la escritora Victoria Daboise.

  • Foto del escritor: victoriadaboise
    victoriadaboise
  • 25 mar
  • 3 Min. de lectura

"De entre todas las relaciones humanas, la amistad es la que más a prueba nos pone: Exige una lealtad inquebrantable. 

Por ella serías capaz de morir. O de matar. 

Lidia y Ana estarán dispuestas a demostrarlo.

Un crimen. Una desaparición. 

Arte, mar y flores acompañan a esta historia, travestida de novela policíaca, en el abismo al que nos asomamos para descubrir qué tipo de persona somos".  


Así florece mi tercera novela, Buganvillas en Tabarca.

Ambientada en el Barrio del Cabanyal, en los Poblados Marítimos de Valencia, de donde proceden mis familias, paterna y materna. 

Aquí, en este distrito está una buena parte de mis raíces.


A modo de expresión, lo más gráfica posible, suelo decir que me siento como un auténtico mapa de la Comunidad Valenciana.


Pasé mi infancia y adolescencia en una comarca del interior de la provincia de Castellón. De ella también toma una parte de su esencia la novela.


Desde mi juventud vivo en Valencia, parte en la capital, parte en una acogedora población de su área metropolitana, el corazón de L'Horta Nord, entre el mar y los campos de naranjos. Sí, ellos tienen otro espacio relevante entre mis páginas, en esta última publicación.


Bajo la Serra Gelada, en esa playa que habita en lo que escribo, lo que deseo y lo que soy, en la provincia de Alicante, trato de pasar tanto tiempo como puedo. Ojalá, algún día, pase todo el que me quede.


En cada una de mis obras me despojo de las historias que he acumulado durante estos treinta y siete años, muy vividos. Las cuento, como narradora consciente, a modo de homenaje. A las personas que he amado, a los lugares donde he sido feliz, a realidades que he conocido y se han quedado en mi piel como una pátina perenne.


¿Por qué la amistad? Es la relación humana que más me fascina. No elegimos a nuestra familia, aunque nadie nos obliga a quererla, ya hablé de ella en mis dos primeras publicaciones, con perspectivas muy diferentes.


Julio vive una historia de padres y madres sin hijos, de hijos e hijas sin padre ni madre, en La casa de las glicinias, mientras se enreda, por amor, en una trama de robos y falsificaciones de obras de arte que nunca existieron. ¿O sí?


Desde el faro de la genista, Sara se sabe heredera de un compromiso que durante generaciones han mantenido las mujeres de su familia: Buscar el bienestar y la felicidad de las personas a las que quieren. A cualquier precio.


Se dan, en todas mis novelas, una o varias relaciones de pareja. Siempre distintas, no hay dos iguales en todo el universo.


Sin embargo, Buganvillas en Tabarca, con tintes de novela policíaca, contemporánea, costumbrista, cobijo de secretos que he guardado durante décadas, ahonda en la lealtad que nos pone a prueba para sostener una amistad como la de sus protagonistas.


Lidia y Ana son dos mujeres o es una.


Representan el poder de un vínculo único.


Así os lo cuento, en uno de los capítulos... "Ante la auténtica amistad solo nos cabe una pregunta: ¿Cómo defenderla? No importa si quien nos necesita ha cometido o no el delito, si ha huido o si se esconde, si miente o si dice la verdad.

Lo único relevante es poner a su alcance todo cuanto esté en nuestra mano para que le sirva de ayuda.


Quiera la vida darnos el tiempo suficiente en el que, una vez a salvo, esa persona nos cuente qué sucedió.

Si lo desea. Ni siquiera eso es indispensable".


Ojalá disfrutéis de su lectura tanto como yo, escribiéndola. Me ha hecho muy feliz.


Y que algunos personajes os roben el corazón.


Otros os seduzcan.


Me encantaría que viajéis conmigo a dos destinos que han sido trascendentes en mi biografía.


Que aquellos Poblados Marítimos de la Valencia de mis padres y abuelos os abracen como solo ellos saben.


Dejaos llevar por los efluvios del arte, de la armónica serenidad que reporta la contemplación de la arquitectura. Será magnífico que os trasporte a cada una de las obras que os muestro.


Existen buganvillas de tonos tan hermosos como un amanecer frente al mar. Elegidlas y dejad que llenen de color cada página de vuestro camino.


Tened la valentía de preguntaros qué significa la amistad para vosotros y vosotras.


Sí, florece Buganvillas en Tabarca, mi tercera novela. Será el 12 de abril.


Quiera la vida que me acompañéis en esta nueva travesía.


¡Salimos a la mar!


 
 
 

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